Andrei Rublev (1966)

Año
1966
Duración
205 min.
País
URSS
Idioma
Ruso
Director
Andrei Tarkovsky
Guión
Andrei Konchalovsky, Andrei Tarkovsky
Reparto
Anatoly Solonitsyn, Ivan Lapikov, Nikolai Sergeyev, Nikolai Grinko, Irma Rausch, Nikolai Burlyayev, Mikhail Kononov, Rolan Bykov, Nelly Snegina, Yuri Nazarov, Yuri Nikulin, Nikolai Grabbe, Stepan Krylov, Bolot Beyshenaliyev, Irina Miroshnichenko
Género
Drama

La película es presentada en siete secciones en blanco y negro, con un montaje final de los iconos pintados por Rublev a color, y en ella vemos a la Rusia del medioevo durante el primer cuarto del siglo XV, un periodo caracterizado por la invasión de los mongoles y de los tártaros y por la creciente influencia del Cristianismo. Andrei Rublev (Anatoly Solonitsin) que ha recibido una comisión para pintar el interior de la catedral de Vladimir, se va del monasterio de Andronnikov acompañado por un grupo de monjes y de ayudantes, que a lo largo de su travesía presencian los ultrajes a los que están sometidos sus compatriotas rusos, los saqueos, la opresión de los tiranos y de los Mongoles, las torturas, las violaciones y la plaga.
Enfrentado a esta cruda realidad fuera del santuario religioso, Rublev entra en un conflicto interno que lo obliga a cuestionar la utilidad de su fe o del arte mismo en un mundo tan degradado. Cuando los mongoles saquean la ciudad de Vladimir y queman la misma catedral que se le ha pedido pintar, Rublev toma un voto de silencio y se abstrae de la sociedad en los confines herméticos del monasterio. La última sección de la película deja atrás el panorama desesperanzado de las primeras partes con la historia de un joven que dice ser el único capaz de construir campanas según la técnica secreta de su padre ya fallecido...

Andrei Rublev no es, como podría pensarse, una película histórica. Es una reflexión sobre el hombre contemporáneo, sobre el arte y su lugar en la sociedad, sobre el sentido de la existencia, sobre los valores más profundos del ser humano y la amenaza de extinción de los mismos. El segundo largometraje de Tarkovsky no sólo es una obra maestra sino un momento indispensable de la historia del cine. Tarkovsky no pretende hacer una biografía cinematográfica, máxime cuando se sabe tan poco del personaje histórico. Su monje pintor expresa otro tipo de verdad. Con fuerza épica la película describe el difícil, tortuoso y contradictorio camino del arte sobre el piso de la realidad histórica. Frente a esta realidad, Tarkovsky intenta contarnos las reacciones de Rublev, su espanto, sus dudas y, finalmente, su esperanza.

En lo que respecta a la duración de esta versión:
Nadie ha recortado nada de Andrei Rublev. Nadie, salvo yo mismo. Hice algunos cortes. En la primera versión, la película duraba 3 horas y 20 minutos, en la segunda, 3 horas y 15 minutos. Acorté la versión final a 3 horas 6 minutos. Estoy convencido de que la última versión es la mejor. Y sólo corté ciertas escenas demasiado largas. El espectador ni siquiera nota su ausencia. Los cortes no han cambiado de ninguna manera ni el tema principal ni lo que era para nosotros lo más importante en la película. En otras palabras, hemos eliminado las escenas demasiado largas que no tenían importancia. (Andrei Arsenevich Tarkovsky)





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